lunes, 27 de agosto de 2018

Notas de Elena | Filipos


Vedle [a Pablo] en la cárcel de Filipos donde, a pesar del dolor que abruma su cuerpo, su canto de alabanza rasga el silencio de la noche. Después que el terremoto ha abierto las puertas de la cárcel, se vuelve a oír su voz en palabras de aliento para el carcelero pagano: "No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí". [Hechos 16:28]. Todos habían permanecido en su sitio, contenidos por la presencia de un compañero de prisión. Y el carcelero, convencido de la realidad de aquella fe que sostenía a Pablo, se interesó por el camino de la salvación, y con toda su casa se unió al perseguido grupo de discípulos de Cristo (La educación, p. 66). 

Grande es la recompensa en los cielos para quienes testifican por Cristo en medio de la persecución y el vituperio. Mientras que los hombres buscan bienes transitorios, Jesús les indica un galardón celestial. No lo sitúa todo en la vida venidera sino que empieza aquí mismo... 

La alegría llenaba los corazones de Pablo y Silas cuando oraban y entonaban alabanzas a Dios a medianoche en el calabozo de Filipos. Cristo estaba con ellos allí y la luz de su presencia disipaba la oscuridad con la gloria de los atrios celestiales. Desde Roma, Pablo escribió sin pensar en sus cadenas al ver cómo se difundía el evangelio: "En esto me gozo, y me gozaré aún". Las mismas palabras de Cristo en el monte, resuenan en el mensaje de Pablo a la iglesia en sus persecuciones: "Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!" [Filipenses 1:18; 4:4] (El discurso maestro de Jesucristo, pp. 32, 33). 

Captad el espíritu del gran Artífice maestro. Aprended del Amigo de los pecadores cómo ministrar a las almas enfermas de pecado... 

Tenéis vecinos. ¿Les daréis el mensaje? Tal vez nunca os impusieron las manos de la ordenación, pero con humildad podéis llevar el mensaje. Podéis testificar que Dios ha ordenado que todos aquellos por quienes Cristo murió tendrán Vida eterna si creen en él. 

Que nadie permanezca ocioso porque no puede hacer la misma clase de obra que hacen los siervos de Dios más experimentados... Esta obra puede ser llevada a cabo solo por la participación activa de toda la iglesia bajo la dirección y con el poder de Dios (En los lugares celestiales, p. 325). 

Notas de Elena G. de White - Escuela Sabática Esta semana estudiaremos la lección 9 – El Segundo viaje misionero Para el 1 de septiembre del 2018 Lecciones de Escuela Sabática – Tercer trimestre 2018


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