sábado, 18 de agosto de 2018

EL CONCILIO DE JERUSALEN



LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Hechos 15; Gálatas 2:11-13; Éxodo 12:43-49; Romanos 3:30; Levítico 18:30; Apocalipsis 2:14, 20.

PARA MEMORIZAR: “Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos” (Hech. 15:11 ).

Después de más de dos años, Pablo y Bernabé regresaron a Antioquía de Siria. Puesto que toda la iglesia había participado enviándolos como misioneros, era natural que dieran un informe. No obstante, el énfasis de la crónica no estuvo en lo que ellos habían logrado, sino en lo que Dios mismo había hecho a través de ellos.

El objetivo del informe, por supuesto, era el éxito de la misión entre los gentiles, aunque muchos judíos también habían abrazado la fe. Desde lo sucedido con Cornelio, la conversión de los gentiles no circuncidados se había vuelto un problema (Hech. 11:1-18), pero ahora que muchos de ellos ingresaban como miembros de iglesia el tema se volvió aún más complejo. Muchos creyentes de Jerusalén no estaban satisfechos. Para ellos, los gentiles primero debían circuncidarse, es decir, convertirse en prosélitos judíos, para formar parte del pueblo de Dios y tener comunión con ellos.

Hechos 15 gira en torno al problema de los gentiles, que alcanza un nivel crítico, y de qué manera trabaja la iglesia unida para hallar una solución. El Concilio de Jerusalén fue un momento decisivo en la historia de la iglesia apostólica en relación con su misión mundial.Recuerda que el sábado que viene se realizará la campaña Rompiendo el silencio.

Reavivados por su Palabra: Hoy, Hebreos 1 – Durante esta semana, DTG cap. 58.


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