PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Podemos tener seguridad de la salvación, pero no debemos ser presuntuosos al respecto. ¿Existe tal cosa como una falsa seguridad de salvación? Por supuesto que sí. Y Jesús lo advirtió al decir: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mat. 7:21-23).
Esta gente cometió dos errores fatales. Primero, a pesar de las grandes cosas que había hecho en nombre del Señor, no hizo la voluntad del Señor, que era obedecer su Ley. Jesús no dijo: “Apartaos de mí” ustedes que no están “sin pecado” o que no están “sin culpa” o que no son “perfectos”. Al contrario, los describió como “hacedores de maldad”, una traducción de anónima, o “sin ley”.
En segundo lugar, observa su énfasis en sí mismos y en lo que han logrado: ¿No hicimos esto en tu nombre? O ¿No hicimos aquello en tu nombre? O ¿No hicimos esto otro, y todo en tu nombre también? ¡Por favor! ¿Cuán lejos de Cristo deben de estar para llamar la atención sobre sus propias obras en un intento por justificarse delante de Dios? Las únicas obras que nos salvarán son las de Cristo, que nos son acreditadas por la fe. Aquí está nuestra seguridad, no en nosotros mismos ni en nuestras obras, sino solo en lo que Cristo ha hecho por nosotros. ¿Quieres seguridad? Descansa solo en los méritos de la justicia de Cristo, y tendrás toda la seguridad que necesitas.
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Al parecer, Martín Lutero dijo: “Cuando me fijo en mí, no sé cómo puedo ser salvo. Cuando miro a Jesús, no sé cómo puedo perderme”. ¿Qué gran acierto encontramos en estas palabras? ¿Por qué es una buena idea conservar esta actitud siempre delante de nosotros?
2. Reflexiona en esta idea de que hemos sido escogidos para la salvación incluso antes de la fundación del mundo. ¿Por qué esto no significa que todos serán salvos? Si la gente no se salva, ¿será porque Dios no la escogió o por las decisiones que tomó? Analiza esta pregunta en clase.
3. La realidad del panorama del Gran Conflicto ¿cómo nos ayuda a afrontar la realidad del mal incluso en un mundo al que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo aman?
Lección 4: La salvación y el tiempo del fin Para el 28 de abril de 2018 Escuela Sabática – Segundo trimestre 2018 PREPARACIÓN para el tiempo del fin
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