Antes de su conversión, Pablo era un acérrimo perseguidor de los discípulos de Cristo. Pero ante las puertas de Damasco le habló una voz, resplandeció en su alma la luz del Cielo, y en la revelación que recibió del Crucificado, contempló lo que cambió todo el curso de su vida.
Desde entonces en adelante, el amor por el Señor de gloria, a quien había perseguido tan implacablemente en la persona de sus santos, lo superaba todo. Le había sido dado el ministerio de dar a conocer el "misterio encubierto desde tiempos eternos" [Romanos 16:25]. "Instrumento escogido me es éste —declaró el Ángel que le apareció a Ananías— para que lleve mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel" [Hechos 9:15]...
La vida de Pablo fue una vida de actividades intensas y variadas. De ciudad en ciudad, y de país en país, él viajaba, contando la historia de la cruz, ganando conversos para el evangelio y estableciendo iglesias (Obreros evangélicos, pp. 59, 60).
A semejanza de muchos actualmente, antes de su conversión Pablo tenía mucha confianza en una piedad hereditaria, pero su confianza se fundaba en una falsedad. Era una fe sin Cristo porque confiaba en formas y ceremonias. Su celo por la ley estaba separado de Cristo y no tenía valor. Su jactancia consistía en que él era impecable en su realización de las obras de la ley, pero rechazaba al Cristo que daba valor a la ley. Confiaba en su propia justicia...
Durante un tiempo, Pablo hizo una obra muy cruel, pensando que estaba realizando el servicio de Dios, pues dice: "Lo hice por ignorancia, en incredulidad" [1 Timoteo 1:13]. Pero su sinceridad no justificó su obra ni convirtió el error en verdad. La fe es el medio por el cual la verdad o el error encuentran abrigo en la mente. Por el mismo acto de la mente se recibe la verdad o el error, pero hay una gran diferencia en que creamos la Palabra de Dios o los dichos de los hombres. Cuando Cristo se reveló a Pablo y éste estuvo convencido de que estaba persiguiendo a Jesús en la persona de sus santos, aceptó la verdad tal como es en Jesús. Un poder transformador se manifestó en su mente y carácter, y llegó a ser un hombre nuevo en Cristo Jesús. Recibió la verdad tan plenamente que ni la tierra ni el infierno pudieron sacudir su fe (Mensajes selectos, t. l, p. 406).
[AI] apedrear a Esteban, los judíos sellaron finalmente su rechazamiento del evangelio; los discípulos, dispersados por la persecución, Iban por todas partes anunciando la palabra" [Hechos 8:4]; y poco después se convirtió Saulo el perseguidor, para llegar a ser Pablo, el apóstol de los gentiles (Profetas y reyes, p. 515).
============================= NOTAS DE ELENA G. DE WHITE ESCUELA SABÁTICA LECCIÓN ADULTOS Esta semana estudiaremos la lección 5 – La conversión de Pablo Para el 4 de agosto del 2018 Lecciones de Escuela Sabática – Tercer trimestre 2018 EL LIBRO DE HECHOS Narración: Maira Fermin
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