EL ARMAGEDÓN.
Todo el mundo estará de un lado o del otro del asunto en litigio. Tendrá lugar la batalla del Armagedón, y ese día no debe encontrar a ninguno de nosotros durmiendo. Debiéramos estar completamente despiertos, como vírgenes prudentes que tenemos aceite en nuestras vasijas y en nuestras lámparas.
El poder del Espíritu Santo debe estar sobre nosotros, y el Capitán de las huestes del Señor estará a la cabeza de los ángeles del cielo para dirigir la batalla. La enemistad de Satanás contra lo bueno se manifestará más y más a medida que ponga en actividad sus fuerzas para llevar a cabo su última obra de rebelión, y toda alma que no esté plenamente entregada a Dios y protegida por el poder divino formará alianza con Satanás contra el cielo, y se unirá en la batalla contra el Gobernante del universo. Pronto todos los habitantes de la tierra se habrán decidido en favor o en contra del gobierno del cielo (Eventos de los últimos días, p. 254).
En nuestro mundo hay solo dos bandos: los que son leales a Dios y los que están bajo la bandera del príncipe de las tinieblas. Satanás y sus ángeles descenderán con poder y señales y falsos prodigios para engañar a los que moran en la tierra y, de ser posible, a los mismos escogidos. La crisis está muy cerca de nosotros. ¿Deben paralizarse las energías de los que tienen un conocimiento de la verdad? La influencia de los poderes del engaño, ¿es tan abarcante que supera la influencia de la verdad?
Pronto se peleará la batalla del Armagedón. Aquel sobre cuya vestidura está escrito el nombre "Rey de reyes y Señor de señores", conduce a las huestes celestiales montadas en caballos blancos, vestidos de lino fino, limpio y blanco. Toda forma de mal se lanzará a una intensa actividad. Malos ángeles unen su poder con hombres impíos, y como han estado en conflicto constante y son experimentados en las mejores artes de engañar y de combatir, y como se han fortalecido durante siglos, no se rendirán en el último conflicto sin una lucha desesperada. Todo el mundo estará de un lado o del otro. La batalla del Armagedón se peleará y ese día no debe hallar a ninguno de nosotros durmiendo. Debemos estar bien despiertos, como vírgenes prudentes que tenemos aceite en nuestras vasijas con nuestras lámparas (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 7, p. 993).
El poder del Espíritu Santo debe estar sobre nosotros, y el Capitán de las huestes del Señor estará a la cabeza de los ángeles del cielo para dirigir la batalla. Solemnes eventos ocurrirán en el futuro. Sonará una trompeta tras otra; una copa tras otra serán volcadas en forma sucesiva sobre los habitantes de la tierra. Escenas de enorme interés están casi sobre nosotros (Mensajes selectos, t. 3, p. 487).
================== NOTAS DE ELENA LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA II TRIMESTRE DEL 2018 Narrado por: Patty Cuyan Desde: California, USA
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