viernes, 29 de junio de 2018

Escuela Sabática - Viernes 29 de Junio del 2018



PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: 

La segunda venida de Jesús no es el epílogo, el apéndice ni la recapitulación de la triste historia del pecado y el sufrimiento humano en este mundo caído. La Segunda Venida es el gran clímax, la gran esperanza de la fe cristiana. Sin ella, ¿qué nos queda? La historia de la humanidad avanza, transcurre una escena miserable tras otra, una tragedia tras otra, hasta que todo finalmente termina en la muerte. Al margen de la esperanza que nos ofrece la venida de Cristo, la vida es, como escribió William Shakespeare, “una historia contada por un idiota, llena de sonido y furia, que no significa nada”. 

Y sin embargo, tenemos esta esperanza porque la Palabra de Dios nos la confirma, vez tras vez. Tenemos esta esperanza porque Jesús nos rescató con su vida (Mar. 10:45), y por cierto Jesús está volviendo para buscar lo que pagó. Las estrellas del cielo no nos hablan de la Segunda Venida. Las aves que gorjean en los árboles no la anuncian. Estas cosas en sí podrían indicar algo bueno, algo esperanzador sobre la realidad misma. Pero ellas no nos enseñan que un día, cuando Jesús regrese, “se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados” (1 Cor. 15:52).

No nos enseñan que un día levantaremos la vista y “ver[emos] al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo” (Mar. 14:62). No, sabemos estas cosas porque la Palabra de Dios nos las contó, y confiamos en lo que la Palabra nos promete. 

PREGUNTAS PARA DIALOGAR: 

1. Piensa en lo que significaría si la segunda venida de Jesús realmente no fuera nada más que lo que algunos creen que es: la plena expresión de los principios cristianos en la vida de los seguidores de Cristo. Por muy maravillosa que fuera, finalmente, ¿por qué nos dejaría sin esperanza? 

2. ¿Por qué la idea popular de que el universo surgió de la nada es tan absurda? ¿Por qué la gente promovería esa noción, y por qué algunos creen en ella? ¿Por qué la creencia en un Dios eterno, que creó todas las cosas, es una explicación mucho más lógica y racional para el universo? 

3. Comparte con tu clase qué cosas pondrías en una lista: cosas que consideras tan importantes en esta vida que sacrificarías la esperanza de la eternidad para conservarlas ahora. ¿Qué pueden aprender unos de otros sobre el contenido de estas listas? Si no tienen nada en las listas, ¿cómo podemos asegurarnos, entonces, de que no haya nada en la vida que nos impida salvarnos, como será el caso de muchos?

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