¿DEL SÁBADO AL DOMINGO?
Cuando Jesús se encontró con sus discípulos [después de su resurrección] les recordó lo que les había dicho antes de su muerte, a saber, que debían cumplirse todas las cosas que estaban escritas acerca de él en la ley de Moisés, en los profetas y los salmos. “Entonces les abrió el sentido, para que entendiesen las Escrituras; y díjoles: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y la remisión de pe-cados en todas las naciones comenzando de Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas” (El Deseado de todas las gentes, p. 744).
En Filipos, Pablo se detuvo para observar la Pascua. Solo Lucas quedó con él; los otros miembros del grupo siguieron hasta Troas para esperarlo allí. Los filipenses eran los más amantes y sinceros de entre los conversos del apóstol, y durante los ocho días de la fiesta, él disfrutó de una pacífica y gozosa comunión con ellos. Saliendo de Filipos, Pablo y Lucas alcanzaron a sus compañeros en Troas cinco días después, y permanecieron durante siete días con los creyentes de allí. En la última tarde de su estadía, los hermanos se juntaron “a partir el pan”.
El hecho de que su amado maestro estaba por partir había hecho congregar a un grupo más numeroso que de costumbre. Se reunieron en un “aposento alto” en el tercer piso. Allí, movido por el fervor de su amor y solicitud por ellos, el apóstol predicó hasta la medianoche (Los hechos de los apóstoles, p. 313).
Cuando fueron puestos los fundamentos de la tierra, cuando los astros de la mañana alababan a una, y se regocijaban lodos los hijos de Dios, entonces fue puesto el fundamento del sábado. Job 38:6, 7; Génesis 2:1-3. Bien puede esta institución exigir nuestra reverencia: no fue ordenada por ninguna autoridad humana, no descansa sobre ninguna tradición humana; fue establecida por el Anciano de días ordenada por su Palabra eterna (El conflicto de los siglos, p. 448).
Dios es misericordioso. Sus requerimientos son razonables y concuerdan con la bondad y la benevolencia de su carácter. El sábado fue creado para que toda la humanidad recibiese beneficio. No fue hecho el hombre para adaptarse al sábado; sino que el sábado fue hecho después de la creación del hombre, para satisfacer sus necesidades.
Después que Dios hubo hecho el mundo en seis días, reposó y luego santificó y bendijo el día en que había reposado de todas sus obras que había creado y hecho. Puso aparte ese día especial para que el hombre des-cansase en él de su trabajo, a fin de que mientras mirase la tierra y los cielos, pudiese reflexionar que Dios había hecho todo esto en seis días y reposado en el séptimo, y que al contemplar las pruebas tangibles de la sabiduría infinita de Dios, su corazón se llenase de amor y reverencia hacia su Creador (Testimonios para la iglesia, tomo 2, p. 516).
====== NOTAS DE ELENA LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA II TRIMESTRE DEL 2018
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