viernes, 25 de mayo de 2018

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:



PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: 

Los estudiantes de la Biblia han visto durante mucho tiempo un vínculo entre el llamado de Apocalipsis 14:7, “adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”, y el cuarto Mandamiento, en Éxodo 20:11, cuando el sábado vuelve a señalar que “en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay”. Por más que el lenguaje esté muy estrechamente relacionado, hay un cambio en el que el texto de Apocalipsis señala al Señor como el que hizo “las fuentes de las aguas”.

El autor John Baldwin comenta: “Si asumimos que hay intencionalidad divina detrás de la frase ‘las fuentes de las aguas’, ¿por qué Jesús hace que el mensajero interrumpa la lista paralela de las cosas que se mencionan en Éxodo 20:11? ¿Por qué el ángel menciona ‘las fuentes de las aguas’ y no alguna otra clase de cosas creadas, como árboles, pájaros, peces o montañas? “Quizá la referencia a ‘las fuentes de las aguas’, en el contexto de un anuncio divino de la llegada de un momento único de Juicio divino, busca llamar la atención del lector a un período anterior de juicio divino [...].
Tal vez Dios quiera que la posible alusión al Diluvio en las palabras ‘las fuentes de las aguas’ subraye la verdad de que él es en verdad un Dios de juicio, al igual que un Dios de fidelidad y gracia eternas (ambas se evidencian en el relato del Diluvio, del Génesis). Si es así, las implicaciones personales y espirituales de las connotaciones del Diluvio que desencadena la frase ‘las fuentes de las aguas’ podrían ser alentar al lector a que se tome en serio la llegada trascendental de un nuevo proceso final de juicio divino e individual que ahora anuncia el primer mensajero de Apocalipsis 14”.–John Baldwin, ed. Creation, Catastrophe, and Calvary: Why a Global Flood Is Vital to the Doctrine of Atonement, p. 27.

 PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. Isaías 53:6 dice: “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas”. La palabra en hebreo para “todos nosotros” es cullanu. En el mismo versículo, Isaías dice que el Señor puso sobre Jesús “el pecado de todos nosotros”. La palabra para “todos nosotros” aquí también es cullanu. ¿De qué manera esto nos muestra que, sin importar cuán grande sea el problema del pecado, la solución es más que suficiente para resolverlo?

2. ¿Qué otras lecciones podemos aprender de la historia del ladrón en la cruz? Supongamos que el ladrón hubiese recibido el perdón, lo hubiesen bajado de la cruz y hubiese sobrevivido. ¿Cuán diferente habría sido la vida que hubiese llevado? ¿Qué nos dice esa respuesta acerca del poder de Cristo para cambiar nuestra vida? 

======= Lección 8: Adorad al Creador Para el 26 de mayo de 2018
Para el 26 de mayo de 2018
Escuela Sabática – Segundo trimestre 2018 PREPARACIÓN para el tiempo del fin

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