Los náufragos fueron recibidos bondadosamente por la gente bárbara de Melita. Estos, "encendido un fuego - escribe Lucas- , nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que venía, y del frío". Pablo se mostró activo entre los que ministraban a la comodidad de los demás.
Habiendo "recogido algunos sarmientos, y puestolos en el fuego, una víbora, huyendo del calor, le acometió a la mano". Los circunstantes se horrorizaron . .. Mas Pablo sacudió el reptil al fuego, y no padeció ningún mal. Conociendo la naturaleza venenosa de la víbora, la gente esperaba que en cualquier momento cayese al suelo en terrible agonía.
"Mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, mudados, decían que era un dios". Durante los tres meses que los náufragos se quedaron en Melita, Pablo y sus compañeros en el trabajo aprovecharon muchas oportunidades de predicar el evangelio ... Por causa de Pablo, toda la compañía de los náufragos fueron tratados con suma bondad; se suplieron todas sus necesidades, y al abandonar Melita fueron provistos liberalmente de todo lo necesario para su viaje (Los hechos de los apóstoles, p. 356).
Mirando a Jesús, vemos que la gloria de nuestro Dios consiste en dar. "Nada hago de mí mismo", dijo Cristo; "me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre". "No busco mi gloria", sino la gloria del que me envió [Juan 8:28; 6:57; 7:50; 7: 18]. En estas palabras se presenta el gran principio que es la ley de la vida para el universo. Cristo recibió todas las cosas de Dios, pero las recibió para darlas. Así también en los atrios celestiales, en su ministerio en favor de todos los seres creados, por medio del Hijo amado fluye a todos la vida del Padre; por medio del Hijo vuelve, en alabanza y gozoso servicio, como una marea de amor, a la gran Fuente de todo. Y así, por medio de Cristo, se completa el circuito de beneficencia, que representa el carácter del gran Dador, la ley de la vida (El Deseado de todas las gentes, p. 12).
¿Quién es el verdadero dueño de las casas y las tierras? ¿No es acaso Dios? Él tiene en nuestro mundo, y ha colocado en las manos de los hombres, una abundancia de recursos con los cuales recibirían alimento los hambrientos, vestido los desnudos y un techo quienes no lo tienen. El Señor induciría a hombres mundanos, aun idólatras, a dar de su abundancia para el sostén de la obra si nos acercáramos a ellos con sabiduría y les diéramos la oportunidad de hacer aquello que tienen el privilegio de realizar. Nosotros tendríamos el privilegio de recibir lo que ellos podrían dar. .. El Señor quiere que su pueblo esté en el mundo, pero que no sea del mundo. Sus hijos deben tratar de presentar la verdad a las personas encumbradas para que tengan la oportunidad de recibir y pesar las evidencias . ..
El último mensaje que Cristo dio a sus discípulos antes que fuera quitado de ellos y arrebatado al cielo, fue el mandato de llevar el evangelio por todo el mundo, acompañado por la promesa del Espíritu Santo (Testimonios para los ministros, pp. 197, 198).
================== NOTAS DE ELENA LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA III TRIMESTRE DEL 2018 Narrado por: Patty Cuyan Desde: California, USA
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