En su discurso, Tértulo acusó a Pablo de crímenes que, si hubiesen sido probados, habrían dado como resultado su condenación por alta traición al gobierno ... Estas declaraciones fueron hechas con el propósito de inducir al procurador a entregar a Pablo al tribunal judío.
Todas las acusaciones fueron vehementemente sostenidas por los judíos presentes, los cuales no hicieron ningún esfuerzo por ocultar su odio al preso ...
El apóstol habló con fervor y evidente sinceridad, y sus palabras eran convincentes ... Además, Félix conocía mejor la religión judía de lo que muchos suponían. La sencilla declaración de Pablo sobre los hechos del caso, capacitó a Félix para entender aún más claramente los móviles que regían a los judíos al acusar al apóstol de sedición y conducta traidora. El gobernador no iba a complacerlos condenando injustamente a un ciudadano romano, ni entregándolo para que lo mataran sin un juicio imparcial. Sin embargo, Félix no conocía ningún móvil más elevado que el interés propio, y estaba dominado por el amor a la alabanza y el deseo de ascender. El temor de ofender a los judíos le impidió hacer plena justicia al hombre que reconocía inocente. Y decidió, por lo tanto, suspender el juicio (Los hechos de los apóstoles, pp. 335, 337).
A menudo, los que sufren el oprobio o la persecución por causa de su fe son tentados a pensar que Dios los ha olvidado. A la vista de los hombres, se hallan entre la minoría. Según todas las apariencias sus enemigos triunfan sobre ellos. Pero no violen ellos su conciencia. Aquel que sufrió por ellos y llevó sus pesares y aflicciones, no los ha olvidado.
Los hijos de Dios no son dejados solos e indefensos. La oración mueve el brazo de la Omnipotencia. Por la oración, los hombres "sojuzgaron reinos, obraron justicia, obtuvieron promesas, cerraron las bocas de los leones, apagaron la violencia del fuego - y llegamos a saber lo que esto significa cuando oímos acerca de los mártires que murieron por su fe- , pusieron en fuga a ejércitos de gente extranjera" [Hebreos 11:33, 34] (Palabras de vida del gran Maestro, p. 136).
Todo el que en ese día malo quiera servir sin temor a Dios, de acuerdo con los dictados de su conciencia, necesitará valor, firmeza y conocimiento de Dios y de su Palabra; porque los que sean fieles a Dios serán perseguidos, sus motivos serán condenados, sus mejores esfuerzos serán desfigurados y sus nombres serán denigrados. Satanás obrará con todo su poder engañador para influir en el corazón y oscurecer el entendimiento, para hacer pasar lo malo por bueno, y lo bueno por malo (Conflicto y valor, p. 354).
En toda ocasión en que haya persecución, los que la presencian se deciden o en favor de Cristo o contra él. Los que manifiestan simpatía por aquellos que son condenados injustamente demuestran su afecto por Cristo. Otros son ofendidos porque los principios de la verdad condenan directamente sus prácticas. Muchos tropiezan, caen y apostatan de la fe que una vez defendieron. Los que apostatan en tiempo de prueba llegarán, para conseguir su propia seguridad, a dar falso testimonio y a traicionar a sus hermanos. Cristo nos advirtió todo esto a fin de que no seamos sorprendidos por la conducta antinatural y cruel de los que rechazan la luz (El Deseado de todas las gentes, p. 583).
================== NOTAS DE ELENA LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA III TRIMESTRE DEL 2018 Narrado por: Patty Cuyan Desde: California, USA
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