Festo no habría tenido ningún problema si Pablo hubiera hablado de la inmortalidad del alma, pero incluso los antiguos grecorromanos sabían que ambos conceptos, la inmortalidad y la resurrección, no congeniaban. Por lo tanto, conservaban el primero y rechazaban el último.
Con mucho respeto, Pablo defendió la cordura de sus ideas y recurrió a Agripa, un judío que no solo podía entenderlo sino también podía confirmar que lo que estaba diciendo concordaba con los profetas hebreos (Hech. 26:25, 26).
Lee Hechos 26:27 y 28 ( CB ) . ¿Cuál fue la respuesta de Agripa a la apremiante pregunta de Pablo?
La pregunta de Pablo puso a Agripa en aprietos. Como judío, nunca negaría su creencia en las Escrituras; por otro lado, si daba una respuesta afirmativa, no habría otra opción más que aceptar a Jesús como el Mesías. Su respuesta fue una forma inteligente de escapar de la trampa lógica en la que estaba: “¿Acaso piensas que puedes persuadirme para que me convierta en cristiano en tan poco tiempo?” (Hech. 26:28, NTV). Una traducción mejor del griego es la tradicional: “Por poco me persuades a ser cristiano” (RVR).
La contestación de Pablo revela un impresionante nivel de compromiso con el evangelio: “¡Quisiera Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino también todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas cadenas!” (Hech. 26:29). En sus últimas palabras en aquella audiencia, el apóstol no suplicó quedar en libertad, como lo estaban quienes lo escuchaban.
Al contrario, deseaba que ellos fuesen como él, a excepción de las cadenas de sus brazos. El celo misionero de Pablo superaba ampliamente su preocupación por su propia seguridad.
Lee Hechos 26:30 al 32 ( CB ) . ¿Cómo expresó Agripa su convicción de que Pablo era inocente?
Festo necesitaba la ayuda de Agripa solo para completar el informe (Hech. 25:25-27). La apelación de Pablo al César ya había sido formalmente otorgada (Hech. 25:12). El prisionero ya no estaba bajo la jurisdicción del gobernador.
Lee Hechos 26:24 al 28 ( CB ). ¿A qué apeló Pablo finalmente, y qué debería decirnos esto sobre cuál tendría que ser siempre nuestra autoridad final en materia de fe?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Judas 1 – Durante esta semana, DTG caps. 66, 67.
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