Con la escena dispuesta y los invitados reales sentados junto al gobernador, el prisionero fue llevado para presentar su defensa, que estaba dirigida principalmente a Agripa, dado que Festo ya lo había escuchado antes (Hech. 25:8-11).
Lee Hechos 26:1 al 23 ( CB ) . ¿Qué hizo Pablo en su discurso ante Agripa?
El discurso de Pablo en realidad fue un informe autobiográfico de su vida antes y después de su conversión. En términos de contenido, nos recuerda al de Hechos 22:1 al 21, que pronunció ante la multitud en Jerusalén.
El apóstol comenzó tratando de asegurarse el favor de Agripa. Reconoció su gratitud por la oportunidad de exponer su caso ante una persona tan eminente, especialmente porque Agripa estaba familiarizado con todas las costumbres y las cuestiones relacionadas con la religión judía. Por esa razón, Agripa podría ser muy útil para ayudar al gobernador romano a entender que las acusaciones presentadas contra él no tenían ningún mérito y eran falsas.
El discurso se puede dividir en tres partes. En la primera parte (Hech. 26:4- 11), Pablo describió su antigua piedad farisaica, que era ampliamente conocida entre sus contemporáneos de Jerusalén. Como fariseo, creía en la resurrección de los muertos, que era esencial para el cumplimiento de la esperanza ancestral de Israel. Por consiguiente, los judíos se contradecían al oponerse a su enseñanza, porque no había nada en ella que no fuera fundamentalmente judío. Pero él comprendía muy bien esa actitud porque a él mismo le había resultado tan inverosímil que Dios pudiera haber resucitado a Jesús que hasta persiguió a los que creían en esto.
En la segunda parte (Hech. 26:12-18), Pablo informó de qué modo había cambiado su perspectiva desde su encuentro con Jesús camino a Damasco y el llamado que recibió para llevar el mensaje del evangelio a los gentiles.
Finalmente, Pablo dice que el impacto de lo que vio (Hech. 26:19-23) fue tal que no tuvo más remedio que obedecer y cumplir con su actividad misionera, la única razón por la que ahora estaba siendo juzgado. Por ende, el verdadero problema detrás de su arresto no era que hubiese violado la ley judía ni profanado el Templo. Más bien, era debido a su mensaje sobre la muerte y la resurrección de Jesús, que estaba en plena armonía con las Escrituras y permitía que los creyentes gentiles tuviesen igual participación en la salvación.
Lee Hechos 26:18. Según ese texto, ¿qué ocurre con aquellos que tienen salvación en Cristo? ¿Cómo viviste esta realidad?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 3 Juan 1 – Durante esta semana, DTG caps. 66, 67.
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