La guía segura para entrar a Canaán.
«Entonces Josué les dijo a los israelitas: “Acérquense y escuchen lo que Dios el Señor tiene que decirles”». Josué 3: 9, NVI
Solo la Palabra de Dios nos sostendrá hasta el final y nos librará de los asaltos del enemigo. Ella alumbra el camino y nos conduce a la tierra prometida. Pedro dijo: «En tu palabra echaré la red» (Lucas 5: 5), y el milagro de la gran pesca se produjo. Cuando nos dejamos guiar por la Palabra de Dios, nuestro rumbo está seguro. Nuestros ojos, por la fe, pueden contemplar la tierra prometida, y nuestro hogar eterno.
Al alimentarnos de la Palabra y del Pan de vida podremos reproducir el carácter de Cristo y estar preparados para entrar en la Canaán celestial. Al desarrollar una firme confianza en su Palabra inspirada dejaremos de confiar en los sentimientos inestables que poseemos y ya no seremos gobernados por ellos. La Biblia es la brújula que nos mantiene en el camino correcto. Es el faro que ilumina nuestro destino y orienta en medio de la oscuridad y las tormentas de este mundo. Usando una analogía moderna, la Biblia es el GPS que traza la ruta que nos llevará a nuestro destino.
Los grandes hombres de Dios, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, confiaron ciegamente en la Palabra de Dios y por eso triunfaron. Abraham se aferró a las promesas de Dios. David, a pesar de sus caídas, se deleitaba en la ley. El apóstol Pablo pudo terminar la carrera gracias a su confianza plena en las palabras de Dios. El apóstol Juan confió tanto en la Palabra de Dios, que le fue revelado el futuro de la iglesia y el mundo, junto con la segunda venida.
Elena G. de White lo describe de esta manera: «Si el pueblo de Dios apreciara su Palabra, en la iglesia tendríamos un cielo aquí en la tierra. Los cristianos tendrían avidez y hambre por escudriñar la Palabra. Anhelarían tener tiempo para comparar pasaje con pasaje, y para meditar en la Palabra. Anhelarían más la luz de la Palabra que el diario de la mañana, las revistas o las novelas» {Consejos para la iglesia, cap; 13, p. 154).
Que la Palabra de Dios sea nuestro alimento, nuestra guía segura y nuestra fortaleza de espíritu para hacer frente al enemigo y las pruebas finales antes de llegar a Canaán. Oremos para que siempre anhelemos estudiar la Palabra todos los días.
DEVOCION MATUTINA ADULTOS 2018
FUENTES DE VIDA
David Javier Pérez
Lecturas devocionales para Adultos 2018
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