CÓMO VIVIR DENTRO DE TUS POSIBILIDADES
Hay hombres que no actúan con prudencia. Están ansiosos por causar una gran impresión. Piensan que la ostentación aumentará su influencia. En su trabajo, no se sientan primero a calcular el costo, a ver si serán capaces de terminar lo que han comenzado. En esta forma manifiestan su debilidad. Muestran así que tienen mucho que aprender acerca de la necesidad de actuar con cuidado y precaución. Su confianza propia los induce a cometer muchos errores. En esta forma algunos han recibido un daño del que nunca se recuperarán (Consejos sobre mayordomía cristiana, p. 287).
Los cristianos que creen la verdad presente debieran manifestar sabiduría y previsión. No debieran descuidar el arreglo para la distribución de sus medios, esperando una oportunidad favorable para arreglar sus negocios durante una larga enfermedad. Tendrían que tener sus negocios ordenados en una forma tal que, si en cualquier momento fueran llamados a abandonarlos y no tuvieran oportunidad de opinar en cuanto a su arreglo, pudieran definirse como ellos lo habrían hecho si hubieran estado vivos (Testimonios para la iglesia, t. 3, p. 132).
Los seguidores de Cristo no deben despreciar la riqueza, sino que deben considerarla como un talento que el Señor les ha confiado. Mediante el uso acertado de sus dones, pueden beneficiarse eternamente, pero debemos recordar que Dios no nos ha dado riqueza para que la empleemos a nuestro capricho, para complacer los impulsos, para prodigarla o retenerla como nos plazca. No debemos usar las riquezas en forma egoísta, dedicándolas simplemente a obtener nuestra felicidad.
Esta conducta no sería justa con respecto a Dios ni a nuestros semejantes, y terminaría por producir tan solo confusión y dificultad ...
Tanto los pobres como los ricos están decidiendo su destino eterno y probando si son súbditos idóneos para la herencia de los santos en luz. Los que destinan sus riquezas a un uso egoísta en este mundo están revelando atributos de carácter que demuestran lo que harían si tuvieran mayores ventajas, y si poseyeran las riquezas imperecederas del reino de Dios.
Los principios egoístas ejercidos en la tierra no son los principios que prevalecerán en el cielo. Todos los hombres están en un plano de igualdad en el cielo ... (Consejos sobre mayordomía cristiana, p. 139).
Sus medios no tienen mayor valor que la arena, excepto si los usa para proveer para las necesidades cotidianas de la vida y para bendecir a otros y hacer avanzar la causa de Dios ... Lo invita a retirar sus afectos del mundo y colocarlos en las cosas celestiales.
Con el fin de conocer la voluntad, usted debe estudiarla, en vez de seguir sus inclinaciones y el cauce natural de su propia mente. "¿Qué quieres que haga?" debería ser la ansiosa y empeñosa pregunta de su corazón (Testimonios para la iglesia, t. 4, pp. 56, 57).
==== NOTAS DE ELENA LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA I TRIMESTRE DEL 2018 Narrado por: Patty Cuyan Desde: California, USA
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