jueves, 18 de octubre de 2018

Una fe que se comparte con amor ...



En Juan 17:3, Jesús dijo que la vida eterna es conocer a Dios. Lee 1 Juan 2:3 al 6. ¿Qué significa conocer a Dios? ¿Cómo demostramos que conocemos a Dios en nuestra vida diaria?

En general, si bien la sociedad actual se dice respetuosa de la ley, estas mismas personas a menudo minimizarán la obligación bíblica de guardar los mandamientos de Dios. Algunos incluso argumentan que la gracia de Dios elimina los mandamientos de Dios. Pero esa no es la enseñanza bíblica: “Guardar los mandamientos no es una condición para conocer a Dios sino una señal de que conocemos a Dios/Jesús y que lo amamos. Por lo tanto, el conocimiento de Dios no es solo un conocimiento teórico, sino también conduce a la acción” (E. Mueller, The Letters of John, p. 39). 

Jesús mismo enfatizó: “Si me amáis, guardad mis mandamientos”. “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él” (Juan 14:15, 21). “En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos” (1 Juan 5:2, 3).

Lee Juan 13:34, 35. ¿Qué mandamiento nuevo les dio Jesús a sus discípulos y cómo se relaciona con la idea de unidad entre los seguidores de Jesús?

El mandamiento de amar al prójimo no era nuevo en sí; se lo puede encontrar en las instrucciones que Dios le dio a Moisés (Lev. 19:18). Lo nuevo es el mandato de Jesús para que sus discípulos se amaran unos a otros como él los amaba. El ejemplo de Jesús de amor abnegado es la nueva ética para la comunidad cristiana.

¡Qué maravillosa norma se nos ha presentado! La vida de Jesús había sido una demostración práctica del amor en acción. La obra de la gracia es un servicio continuo de amor y de esfuerzo abnegado. Podemos imaginar que la vida de Cristo fue una manifestación incesante de amor y abnegación por el bien de los demás. El principio que impulsaba a Cristo debe impulsar a su pueblo en todas sus relaciones. Qué testimonio más poderoso sería ese amor para el mundo. Y qué fuerza poderosa para nuestra unidad podría brindar ese amor también.

¿Cómo podemos aprender a reflejar la clase de amor abnegado por los demás que reflejó Jesús?

ESCUELA SABÁTICA - LECCIÓN 3 – FOLLETO ADULTOS Esta semana estudiaremos la lección 3 – “Para que sean uno” Para el 20 de octubre de 2018 Lecciones de Escuela Sabática – Cuarto trimestre 2018 UNIDAD EN CRISTO Cortesía: Corporación Nuestra Esperanza - www.NuestraEsperanza.cl 

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