Dios manda que llenemos la mente con pensamientos grandes y puros. Desea que meditemos en su amor y misericordia, que estudiemos su obra maravillosa en el gran plan de la redención. Entonces podremos comprender la verdad con claridad cada vez mayor, nuestro deseo de pureza de corazón y claridad de pensamiento será más elevado y más santo. El alma que mora en la atmósfera pura de los pensamientos santos, será transformada por la comunión con Dios por medio del estudio de las Escrituras...
La palabra de Dios, recibida en el alma, se manifestará en buenas obras. Sus resultados se verán en una vida y un carácter semejantes a los de Cristo. Jesús dijo de sí mismo: “El hacer tu voluntad, Dios mío, hame agradado; y tu ley está en medio de mis entrañas”... Y la Escritura dice: “El que dice que está en él, debe andar como él anduvo” 1 Juan 2:6 (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 39, 40).
Dios, el gran gobernador del universo, ha sometido todo a leyes. La florecilla y el frondoso roble, el grano de arena y el poderoso océano, el rayo de sol y la lluvia y el viento, todos obedecen a leyes naturales. Pero el hombre ha sido colocado bajo una ley superior. Se le ha dado un intelecto para que vea y una conciencia para que sienta los grandes preceptos de la gran ley moral de Dios, que es la expresión de lo que él desea que lleguen a ser sus hijos.
Dios ha manifestado tan claramente su voluntad que nadie necesita errar. Desea que todos tengan una correcta comprensión de su ley, que sientan el poder de sus principios, porque en esto están implicados sus intereses eternos (Nuestra elevada vocación, p. 139).
La infidelidad respecto al reconocimiento de Cristo como el verdadero Mesías, el Salvador del mundo, se incrementará y se extenderá en un grado alarmante antes de su segundo advenimiento. Satanás no ha perdido nada de la habilidad y el poder que ejerció en el pasado. Puede engañar mejor al hombre ahora que en los días del primer advenimiento de Cristo.
En esta época el Hijo de Dios será tan virtualmente despreciado e insultado por hombres corruptos que pretenden ser buenos, como lo fue en su primer advenimiento. Satanás se está transformando en ángel de luz, para ocultar la deformidad de su carácter, y así él y sus ángeles malvados reciban de un pueblo cegado y engañado la adoración que solo a Dios pertenece. Cristo es pisoteado. La virtud y la santidad son despreciadas. Los ángeles malvados susurran sus enseñanzas bajas y corruptas a los oídos de los hombres, y se deleitan en ello... Sus conciencias son quemadas como con un hierro candente (Spiritual Gifts, tomo 4A, p. 118).
Él [Dios] se dio a sí mismo para morir por nosotros, a fin de que pudiera purificamos de toda iniquidad. El Señor continuará esta obra de perfeccionamiento en nuestro favor si permitimos que nos controle. Él hace esta obra para nuestro bien y para la gloria de su propio nombre (Mensajes selectos, tomo 3, p. 228).
============================ Notas de Elena G. de White Lección 6: Para el 10 de febrero de 2018 Las marcas de un mayordomo Escuela Sabática – Primer trimestre 2018 Mayordomía: Las motivaciones del corazón
No hay comentarios:
Publicar un comentario