La confiabilidad.
“El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel”. Lucas 16:10. La importancia de las cosas pequeñas es a menudo menospreciada a causa de su pequeñez; pero ellas proveen una gran parte de la actual disciplina de la vida. En realidad no hay nada que no sea esencial en la vida cristiana. El edificio de nuestro carácter se verá lleno de riesgos si menospreciamos la importancia de las cosas pequeñas...
Esta infidelidad tiene su reacción sobre él mismo. No obtiene la gracia, el poder y la fortaleza de carácter que pueden alcanzarse mediante una entrega sin reservas a Dios. Al vivir apartado de Cristo está sujeto a las tentaciones de Satanás, y comete equivocaciones en su obra por el Maestro. Por causa de que no es guiado por los debidos principios en las cosas pequeñas, deja de obedecer a Dios en los asuntos de mayor importancia que él considera como su obra especial. Los defectos acariciados al tratar con los detalles menores de la vida, pasan a los asuntos más importantes... Así las acciones repetidas forman los hábitos, los hábitos forman el carácter, y por el carácter se decide nuestro destino para el tiempo y la eternidad (Palabras de vida del gran Maestro, p. 290).
Cristo pregunta a cada uno de los que profesan su nombre: “¿Me amas?” Juan 21:16, 17 Si amamos a Jesús, amaremos las almas por las cuales murió... Ser dignos de confianza en nuestro puesto y vocación, estar dispuestos a negamos a nosotros mismos para beneficio de los demás, impartirá paz al espíritu y nos brindará el favor de Dios.
Los que quieran andar detenidamente en las pisadas de su abnegado Redentor reflejarán en su manera de ser la de Cristo. La pureza y el amor de Cristo resplandecerán en su vida diaria y su carácter y la mansedumbre y la verdad guiarán sus pies (Testimonios para la iglesia, tomo 4, p. 347).
En el día del juicio muchos serán encontrado faltos porque han sido probados por Dios y hallados indignos de la vida eterna. Dios no podría confiar en ellos en el cielo. La decisión se hará para toda la eternidad; al que no es fiel en lo poco, no se le puede confiar grandes responsabilidades. Serán juzgados por sus obras, las que habrán determinado su carácter (El ministerio de publicaciones, p. 333).
En cada acto de la vida, el verdadero cristiano es solo lo que desea que piensen que es los que lo rodean. Se guía por la verdad y la rectitud... Puede ser criticado, probado, pero a través de todo, su inflexible integridad resplandece como oro puro. Es un amigo y un benefactor de todos los que están relacionados con él, y sus semejantes tienen puesta su confianza en él porque es digno de crédito...
Satanás conoce muy bien qué poder para bien hay en la vida de un hombre de integridad inflexible, y hace ingentes esfuerzos para impedir que esos hombres vivan tales vidas...
La verdadera religión no es un experimento. Es una actual imitación de Cristo. Dios lleva una cuenta personal con cada persona, probándolo con los resultados prácticos de su obra. Pronto se escuchará el llamado: “Entregad cuentas de su mayordomía” (In Heavenly Places, p. 243; parcialmente en En los lugares celestiales, p. 245).
Viernes 9 de febrero: Para estudiar y meditar
Cada día con Dios, “Su caso no es desesperado”, p. 36. ============================
Lección 6: Para el 10 de febrero de 2018Notas de Elena G. de White Las marcas de un mayordomo
Mayordomía: Las motivaciones del corazónEscuela Sabática – Primer trimestre 2018
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