lunes, 21 de diciembre de 2020
martes, 15 de diciembre de 2020
lunes, 14 de diciembre de 2020
lunes, 7 de diciembre de 2020
domingo, 29 de noviembre de 2020
martes, 24 de noviembre de 2020
jueves, 19 de noviembre de 2020
martes, 17 de noviembre de 2020
lunes, 16 de noviembre de 2020
viernes, 6 de noviembre de 2020
miércoles, 4 de noviembre de 2020
martes, 3 de noviembre de 2020
miércoles, 28 de octubre de 2020
martes, 27 de octubre de 2020
lunes, 26 de octubre de 2020
domingo, 25 de octubre de 2020
sábado, 24 de octubre de 2020
viernes, 23 de octubre de 2020
jueves, 22 de octubre de 2020
miércoles, 21 de octubre de 2020
martes, 20 de octubre de 2020
viernes, 16 de octubre de 2020
jueves, 15 de octubre de 2020
miércoles, 14 de octubre de 2020
lunes, 12 de octubre de 2020
viernes, 9 de octubre de 2020
jueves, 8 de octubre de 2020
miércoles, 7 de octubre de 2020
martes, 6 de octubre de 2020
lunes, 5 de octubre de 2020
jueves, 1 de octubre de 2020
jueves, 17 de septiembre de 2020
jueves, 10 de septiembre de 2020
martes, 8 de septiembre de 2020
domingo, 6 de septiembre de 2020
martes, 25 de agosto de 2020
domingo, 16 de agosto de 2020
lunes, 10 de agosto de 2020
viernes, 7 de agosto de 2020
martes, 4 de agosto de 2020
jueves, 30 de julio de 2020
miércoles, 22 de julio de 2020
jueves, 16 de julio de 2020
lunes, 13 de julio de 2020
lunes, 29 de junio de 2020
miércoles, 17 de junio de 2020
domingo, 14 de junio de 2020
domingo, 17 de mayo de 2020
jueves, 14 de mayo de 2020
viernes, 8 de mayo de 2020
sábado, 2 de mayo de 2020
viernes, 1 de mayo de 2020
miércoles, 29 de abril de 2020
martes, 28 de abril de 2020
domingo, 26 de abril de 2020
martes, 21 de abril de 2020
jueves, 16 de abril de 2020
miércoles, 15 de abril de 2020
lunes, 13 de abril de 2020
sábado, 11 de abril de 2020
jueves, 9 de abril de 2020
lunes, 6 de abril de 2020
martes, 31 de marzo de 2020
lunes, 23 de marzo de 2020
viernes, 20 de marzo de 2020
lunes, 9 de marzo de 2020
domingo, 8 de marzo de 2020
viernes, 6 de marzo de 2020
martes, 3 de marzo de 2020
jueves, 27 de febrero de 2020
martes, 25 de febrero de 2020
El ataque al Santuario
Uno de sus fines, al construir la torre, fue el de alcanzar seguridad si ocurría otro diluvio. Creyeron que, construyendo la torre hasta una altura mucho más elevada que la que habían alcanzado las aguas del diluvio, se hallarían fuera de toda posibilidad de peligro. Y al poder ascender a la región de las nubes, esperaban descubrir la causa del diluvio.
Hay constructores de torres en nuestros días. Los incrédulos formulan sus teorías sobre supuestas deducciones de la ciencia, y rechazan la palabra revelada de Dios... En el mundo que profesa ser cristiano, muchos se alejan de las claras enseñanzas de la Sagrada Escritura y construyen un credo fundado en especulaciones humanas y fábulas agradables: y señalan su torre como una manera de subir al cielo...
El tiempo de la investigación de Dios ha llegado. El Altísimo descenderá para ver lo que los hijos de los hombres han construido. Su poder soberano se revelará; las obras del orgullo humano serán abatidas (Conflicto y valor, p. 42).
La ascensión de la Iglesia Católica al poder señaló el principio de la Edad Media. A medida que su poder aumentaba, las tinieblas se hacían más intensas. La fe se trasladó de Cristo, su verdadero fundamento, al papa de Roma. En lugar de confiar en el Hijo de Dios para obtener el perdón de los pecados y la salvación eterna, la gente recurría al papa, y los sacerdotes y los prelados en quienes este delegaba su autoridad. Se les enseñó que el papa era su mediador, y que solo podían acercarse a Dios a través de él, y más aún, que estaba en lugar de Dios para ellos, y por lo tanto debía ser obedecido sin vacilar. Cualquier desviación de sus requerimientos era causa suficiente para que se lanzaran los más severos castigos sobre los cuerpos y las almas de los ofensores. De ese modo la atención de la gente se desvió de Dios para dirigirse a hombres falibles y sujetos a error; todavía más, al mismo príncipe de las tinieblas que ejercía su poder por medio de ellos.
El pecado se cubrió con un manto de santidad. Cuando se suprimen las Escrituras y el hombre se considera supremo, todo lo que podemos esperar es fraude, engaño y degradante iniquidad. Con la elevación de las leyes y tradiciones humanas, se manifestó la corrupción que siempre resulta cuando se pone a un lado la ley de Dios (La historia de la redención, p. 348).
La única seguridad consiste ahora en buscar como a un tesoro escondido la verdad revelada en la Palabra de Dios. Los temas del sábado, la naturaleza del hombre y el testimonio de Jesús, son las grandes e importantes verdades que se han de comprender. Resultarán como un ancla que sostendrá al pueblo de Dios en estos tiempos peligrosos. Pero la masa de la humanidad desprecia las verdades de la Palabra de Dios y prefiere escuchar las fábulas. “Y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira”. 2 Tesalonicenses 2:10-11 (Testimonios para la iglesia, t. 1, p. 270).
EL ATAQUE AL SANTUARIO
Lee Daniel 8:10 al 12. ¿Qué tipo de actividad realiza el cuerno pequeño?
En Daniel 8:10, el cuerno pequeño intenta replicar, en el nivel espiritual, los esfuerzos de los constructores de Babel (Gén. 11:4). Los términos “ejército” y “estrellas” pueden referirse al pueblo de Dios del Antiguo Testamento. A Israel se lo llama huestes/ejércitos del Señor (Éxo. 12:41). Daniel también muestra que los fieles de Dios brillan como las estrellas (Dan. 12:3). Obviamente, esto no es un ataque literal a los cuerpos celestes, sino una persecución al pueblo de Dios, cuya “ciudadanía está en los cielos” (Fil. 3:20). Aunque miles de cristianos fueron asesinados por emperadores paganos, el enfoque ahora está en las actividades verticales del cuerno pequeño. Por lo tanto, el cumplimiento final de esta profecía debe asociarse con la Roma papal y su persecución a través de los siglos.
Además, Daniel 8:11 habla de un “príncipe”, que se menciona en otros lugares de Daniel como el “Mesías Príncipe” (Dan. 9:25), “Miguel vuestro príncipe” (Dan. 10:21) y “Miguel, el gran príncipe” (Dan. 12:1). Nadie más que Jesucristo podría ser el referente de esta expresión. Jesucristo es el Príncipe del “ejército” mencionado anteriormente y nuestro Sumo Sacerdote en el cielo. Por lo tanto, el Papado y el sistema religioso que representa ciegan e intentan reemplazar el papel sacerdotal de Jesús.
En Daniel 8:11, el “continuo sacrificio” aparece relacionado con el Santuario terrenal para designar los diversos aspectos continuos de los servicios rituales, incluidos los sacrificios y la intercesión. Es a través de estos servicios que los pecadores reciben el perdón y los pecados quedan en el Tabernáculo. Este sistema terrenal representa el ministerio intercesor de Cristo en el Santuario celestial. Entonces, como predice la profecía, el Papado intercambia la intercesión de Cristo por la intercesión de los sacerdotes y los santos. Mediante esa adoración falsa, el cuerno pequeño quita el ministerio intercesor de Cristo y simbólicamente derriba el lugar del Santuario de Cristo.
“Y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó” (Dan. 8:12). Jesús afirma que él es la Verdad (Juan 14:6) y también señala a la Palabra de Dios como la verdad (Juan 17:17). En contraste, el Papado prohibió en el pasado la traducción de la Biblia al lenguaje del pueblo, pone la interpretación de la Biblia bajo la autoridad de la iglesia y coloca la tradición a la par de la Biblia como norma suprema de fe.
Este estudio, ¿qué debiera decirnos acerca de cuán precioso e importante es realmente el conocimiento de la verdad bíblica en contraste con las tradiciones humanas?
miércoles, 19 de febrero de 2020
lunes, 17 de febrero de 2020
El cuerno pequeño
Lee Daniel 7:7, 8 y 19 al 25. ¿Quién es el poder del cuerno pequeño que surge directamente de la cuarta bestia y continúa siendo parte de ella?
Ayer aprendimos que el animal feroz de diez cuernos que gobierna el mundo con la mayor crueldad representa a la Roma pagana. Ahora debemos considerar el cuerno pequeño y el poder que representa. Como se muestra en la visión, el cuarto animal tiene diez cuernos, de los cuales tres fueron arrancados para dar paso a un cuerno pequeño. Este cuerno tiene ojos humanos y habla “grandes cosas” (Dan. 7:8). Está claro que el cuerno pequeño surge de la entidad representada por el animal terrible, que es la Roma pagana. En cierto modo, el cuerno extiende, o mantiene, algunas características de la Roma pagana. Es solo una etapa posterior del mismo poder.
Daniel ve que este otro cuerno hace guerra contra los santos. El ángel le explica que este cuerno es un reino que realizará tres actos ilícitos: (1) pronunciar grandes cosas contra el Altísimo, (2) perseguir a los santos del Altísimo, y (3) intentar cambiar los tiempos y la ley. Y, como consecuencia, los santos serían entregados en sus manos. A continuación, el ángel da el plazo para las actividades del cuerno pequeño: tiempo, y tiempos y medio tiempo. En este ejemplo de lenguaje profético, la palabra tiempo significa “año”, por lo que la expresión tiempos significa años, una forma dual: “dos años”. Por lo tanto, este es un período de tres años y medio proféticos que, según el principio día/año, indica un período de 1.260 años. Durante este tiempo, el cuerno pequeño organiza un ataque contra Dios, persigue a los santos e intenta cambiar la Ley de Dios.
Lee 2 Tesalonicenses 2:1 al 12. ¿Qué similitudes hay entre el hombre de pecado y el cuerno pequeño? ¿De qué poder creemos que está hablando, y por qué? ¿Cuál es el único poder que derivó de la Roma pagana, pero continúa formando parte de Roma?; poder que se extiende desde la época de la Roma pagana hasta el fin del mundo, lo que significa que todavía existe hoy.
Cuatro animales
Del nacimiento y de la caída de las naciones, según resaltan en los libros de Daniel y Apocalipsis, necesitamos aprender cuán vana es la gloria y pompa mundanal. Babilonia, con todo su poder y magnificencia, cuyo parangón nuestro mundo no ha vuelto a contemplar —un poder y una magnificencia que la gente de aquel tiempo creía estables y duraderos, se desvaneció y ¡cuán completamente! Pereció “como la flor de la hierba”. Santiago 1:10. Así perecieron el reino medo-persa, y los imperios de Grecia y de Roma. Y así perece todo lo que no está fundado en Dios. Solo puede perdurar lo que se vincula con su propósito y expresa su carácter. Sus principios son lo único firme que conoce nuestro mundo (Profetas y reyes, pp. 402, 403).
El reino de Cristo... es una nueva creación. Sus principios de desarrollo son opuestos a los que rigen los reinos de este mundo. Los gobiernos terrenales prevalecen por la fuerza física; mantienen su dominio por la guerra; pero el Fundador del nuevo reino es el Príncipe de Paz. El Espíritu Santo representa a los reinos del mundo bajo el símbolo de bestias fieras de rapiña; pero Cristo es el “Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. En su plan de gobierno no hay empleo de fuerza bruta para forzar la conciencia. Los judíos esperaban que el reino de Dios se estableciese en la misma forma que los reinos del mundo. Para promover la justicia ellos recurrieron a las medidas externas. Trazaron métodos y planes. Pero Cristo implanta un principio. Inculcando la verdad y la justicia, contrarresta el error y el pecado (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 54, 55).
Nuestra salvación depende del conocimiento de la voluntad de Dios tal cual se halla contenida en su Palabra. No cesen de indagar y escudriñar la verdad. Necesitan conocer su deber. Necesitan saber qué tienen que hacer para ser salvos. Y la voluntad de Dios es esta: que ustedes sepan lo que él les ha dicho. Pero deben ejercer la fe. Al escudriñar las Escrituras deben creer que Dios existe y que recompensa a los que diligentemente lo buscan.
¡Oh, escudriñad la Biblia con un corazón hambriento de alimento espiritual! Cavad en la Palabra como el minero cava la tierra para encontrar las vetas de oro. No abandonéis vuestra búsqueda hasta que hayáis conocido cuál es vuestra relación con Dios y su voluntad con respecto a vosotros...
El espíritu con el cual os aboquéis a la investigación de las Escrituras determinará el carácter de los que os asistan. Ángeles del mundo de la luz estarán con los que con humildad de corazón buscan dirección divina. Pero si la Biblia se abre con irreverencia, con un sentimiento de suficiencia propia, si el corazón está lleno de prejuicio, Satanás estará a vuestro lado y colocará las declaraciones sencillas de la Palabra de Dios en una luz pervertida (Mensajes para los jóvenes, pp. 258, 259).
CUATRO ANIMALES
Lee Daniel 7. ¿Cuál es la esencia de lo que se le muestra a Daniel y de qué trata la visión?
Cada animal que ve Daniel corresponde a una parte de la estatua que se le muestra a Nabucodonosor, pero ahora se dan más detalles sobre cada reino. Es interesante que todas las criaturas, que simbolizan las naciones paganas, sean bestias inmundas. Además, salvo la cuarta bestia, Daniel define a los animales como semejantes a algunas criaturas conocidas. Por ende, los animales no son símbolos arbitrarios, ya que cada uno tiene algunas características o señala algún aspecto del reino que representa.
León: Un león es la representación más adecuada de Babilonia. Los leones alados decoraban las paredes de un palacio y otras obras de arte babilónico. Al león representado en la visión finalmente le arrancan las alas, se para sobre sus patas traseras como un hombre y recibe un corazón humano. Este proceso simboliza la decadencia del Imperio Babilónico bajo sus reyes posteriores.
Oso: El oso representa al Imperio Medopersa. El hecho de que se levante para un costado indica la superioridad de los persas sobre los medos. Las tres costillas entre los dientes representan las tres conquistas principales del Imperio Medopersa: Lidia, Babilonia y Egipto.
Leopardo: El leopardo veloz representa al Imperio Griego quefundó Alejandro Magno. Las cuatro alas hacen que esta bestia sea aún más veloz, una adecuada representación de Alejandro, que en pocos años sometió a todo ese sector del mundo bajo su dominio.
La bestia espantosa y terrible: Mientras que las entidades anteriores solamente se asemejan a los animales mencionados, esta tiene identidad propia. Es decir, a las primeras se las representa “como” un león o “como” un oso, pero esta no se compara con nada. Esta bestia con múltiples cuernos también parece mucho más cruel y rapaz que las anteriores. Como tal, es una representación adecuada de la Roma pagana, que conquistó, gobernó y pisoteó el mundo con pies de hierro.
Todos estos miles de años de historia humana han ido sucediendo tal como fue predicho. ¿Cuánto consuelo te da saber que Dios gobierna por encima de todo el clamor, el desconcierto y, a veces, el caos absoluto? ¿Qué nos enseña esto acerca de la veracidad de las Escrituras?
LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA Lectura del Folleto de Adultos Lección 8: Para el 22 de febrero del 2020
sábado, 15 de febrero de 2020
domingo, 9 de febrero de 2020
Almas celosas
Hay quienes observan con mente alerta y oídos atentos para captar al vuelo cualquier escándalo. Reúnen pequeños incidentes que pueden ser insignificantes en sí mismos, pero que se repiten y exageran... La puerta de la mente debe estar cerrada para el ‘Dicen que', o ‘He oído decir que’. ¿Por qué, en lugar de permitir que los celos o las malas sospechas entren en nuestro corazón, no vamos a nuestros hermanos, y después de presentarles en forma franca, pero bondadosa, las cosas que hemos oído decir en detrimento de su carácter y su influencia, oramos con ellos y por ellos?...
“Cultivemos diligentemente los puros principios del evangelio de Cristo: La religión que proviene, no de la estima propia, sino del amor, la mansedumbre y la humildad de corazón. Entonces amaremos a nuestros hermanos y los estimaremos más que a nosotros mismos. Nuestra mente no se espaciará en escándalos ni rumores. Sino que “todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Testimonios para los ministros, p. 505).
[N]o debéis sentiros libres de descuidar el deber actual y todavía abrigar la idea de que, en algún futuro, seréis los receptáculos de una gran bendición cuando se efectúe un maravilloso reavivamiento, sin ningún esfuerzo de vuestra parte. Hoy habéis de entregaros a Dios para que os haga vasos de honra aptos para su servicio. Hoy habéis de entregaros a Dios para que seáis vaciados del yo, vaciados de la envidia, los celos, las malas conjeturas, las contiendas, de todo lo que deshonre a Dios. Hoy habéis de tener purificado vuestro vaso para que esté listo para el rocío celestial, listo para los chaparrones de la lluvia tardía, pues vendrá la lluvia tardía y la bendición de Dios llenará cada alma que esté purificada de toda contaminación. Nuestra obra hoy es rendir nuestra alma a Cristo para que podamos ser hechos idóneos para el tiempo del refrigerio de la presencia del Señor: idóneos para el bautismo del Espíritu Santo (Mensajes selectos, t. 1, p. 223).
Todo aquel que ama la causa de la verdad debiera orar por el derramamiento del Espíritu. Y en cuanto esté en nuestro poder, debemos suprimir todo lo que impida que él actúe. El Espíritu Santo no podrá nunca ser derramado mientras los miembros de la iglesia alberguen divergencias y amarguras los unos hacia los otros. La envidia, los celos, las malas sospechas y las maledicencias son de Satanás, y cierran eficazmente el camino para que el Espíritu Santo no intervenga. No hay nada en este mundo que sea tan precioso para Dios como su iglesia. No hay nada que él proteja con un celo más esmerado. No hay nada que ofenda tanto a Dios como un acto que perjudique la influencia de aquellos que le sirven. El llamará a cuenta a todos los que ayuden a Satanás en su obra de criticar y desalentar (Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 49).
ALMAS CELOSAS
Incluso en el cielo, un ambiente perfecto, Lucifer sentía celos de Cristo. “Lucifer estaba envidioso y tenía celos de Jesucristo. No obstante, cuando todos los ángeles se inclinaron ante él para reconocer su supremacía, gran autoridad y derecho de gobernar, se inclinó con ellos, pero su corazón estaba lleno de envidia y odio” (HR 14).
Es tan peligroso albergar sentimientos de celos que en los Diez Mandamientos, junto con la prohibición de matar y robar, está el Mandamiento contra la codicia (ver Éxo. 20:17). Lee Daniel 6:1 al 5, junto con Génesis 37:11 y 1 Samuel 18:6 al 9. ¿Qué papel juegan los celos en todas estas historias?
Las habilidades administrativas de Daniel impresionaron al rey, pero provocaron los celos de otros funcionarios. Por ello, conspiraron para deshacerse de él acusándolo de corrupción. Pero, por más que buscaron, no encontraron fallas en la administración de Daniel. “No podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él” (Dan. 6:4). La palabra aramea traducida como “fiel” también puede traducirse como “confiable”.
Daniel es irreprensible; no hay nada que los funcionarios puedan hacer para presentar una acusación falsa contra él. Sin embargo, también perciben cuán fiel es a su Dios y cuán obediente es a la Ley de su Dios. Así que, pronto se dan cuenta de que, para cercar a Daniel, tendrán que provocar una situación en la que Daniel se enfrente con el dilema de obedecer la Ley de Dios o la ley del Imperio.
Según lo que los funcionarios averiguaron de Daniel, están absolutamente convencidos de que, dadas las condiciones, Daniel se inclinará por la Ley de Dios por sobre la ley del Imperio. ¡Qué testimonio de la fidelidad de Daniel!
¿Qué tipo de luchas con los celos has tenido, y cómo las enfrentaste? ¿Por qué los celos son una falta espiritual tan mortal y paralizante?
miércoles, 5 de febrero de 2020
Pesado y hallado falto
PESADO Y HALLADO FALTO En vano trató el rey de leer las letras ardientes. Encerraban un secreto que él no podía sondear, un poder que le era imposible comprender o contradecir. Desesperado, se volvió hacia los sabios de su reino en busca de ayuda. Su grito frenético repercutió en la asamblea, cuando invitó a los astrólogos, caldeos y adivinos a que leyesen la escritura ... Pero de nada valió la súplica que dirigió a sus consejeros de confianza ni su ofrecimiento de ricas recompensas. La sabiduría celestial no puede comprarse ni venderse. “Todos los sabios del rey ... no pudieron leer la escritura, ni mostrar al rey su declaración”. Les era tan imposible leer los caracteres misteriosos como lo había sido para los sabios de una generación anterior interpretar los sueños de Nabucodonosor (Profetas y reyes, pp. 386, 387). El ánimo carnal es enemistad contra Dios, y se rebela contra su voluntad. Deséchese el yugo de la obediencia, y aquel ánimo cae inconscientemente en la iniquidad del delito. La iniquidad abunda entre los que hablan elocuentemente de la libertad religiosa pura y perfecta. Su conducta es aborrecible para el Señor, y son colaboradores del adversario de las almas. Desvían sus ojos de la luz revelada, y las bellezas de la santidad son tan solo sombras para ellos...
Se me ha mostrado lo que es el hombre sin conocimiento de la voluntad de Dios. Los crímenes y la iniquidad llenan su vida. Pero cuando el Espíritu de Dios le revela el significado pleno de la ley, ¡qué cambio se produce en su corazón! Como Belsasar, lee inteligentemente la escritura del Todopoderoso, y la convicción se apodera de su alma. Los truenos de la Palabra de Dios le sacan de su letargo, y pide misericordia en el nombre de Jesús. Y Dios escucha siempre con oído voluntario esa humilde plegaria. Nunca aparta al penitente sin consolarlo (Testimonios para la iglesia, t. 4, pp. 17, 18).
El gran día del Señor está cerca. Cuando Cristo aparezca en las nubes de los cielos, los que no lo han buscado de todo corazón, los que han permitido que se los engañe, ciertamente perecerán. Nuestra única seguridad consiste en ser hallados en Cristo por medio del arrepentimiento y la confesión y debido a que nuestros pecados han sido borrados. Los que quieran buscar hoy al Señor fervientemente, dispuestos a humillar sus corazones ante él, y a abandonar sus pecados, serán preparados para formar parte de la familia real y ver al Rey en su hermosura, por medio de la santificación de la verdad... Hemos sido invitados a ser el pueblo especial del Señor en un sentido mucho más elevado de lo que muchos comprenden. El mundo yace en maldad y el pueblo de Dios tiene que salir de él y mantenerse separado. Tiene que estar libre de las costumbres y los hábitos mundanos. No debe concordar con los sentimientos del mundo; por el contrario, los suyos deben ser distintos, como pueblo peculiar del Señor que es, manifestando fervor en todos sus servicios. No tiene que comulgar con las obras de las tinieblas (Cada día con Dios, p. 246).
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NOTAS DE ELENA
LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA
I TRIMESTRE DEL 2020
lunes, 3 de febrero de 2020
domingo, 2 de febrero de 2020
La fiesta de Belsasar
Se nos da la advertencia: “Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos”. Notad la influencia de sus excesos y su fanatismo en el servicio del gran obrero maestro que es Satanás. Tan pronto como el malvado tuvo al pueblo bajo su dominio, hubo exhibiciones de carácter satánico. El pueblo comió y bebió sin dedicar un solo pensamiento a Dios y su misericordia, a la necesidad de resistir al diablo, que los estaba incitando a cometer los actos más vergonzosos.
El mismo espíritu se manifestó en el sacrílego banquete de Belsasar. Hubo júbilo y danzas, hilaridad y cantos, y se llegó a una infatuación que seducía los sentidos; luego vino la complacencia de pasiones desordenadas y lujuriosas: todo esto se mezcló en la lamentable escena. Dios había sido deshonrado; su pueblo se había convertido en una vergüenza a la vista de los paganos. Los juicios estaban por caer sobre esa multitud infatuada y entontecida (Testimonios para los ministros, pp. 101, 102).
[Cristo] sometió ante nosotros el peligro de darle suma importancia a la comida y la bebida. Él revela el resultado de entregarse a la complacencia del apetito. Las facultades morales se debilitan de modo que el pecado no parece pecaminoso. Se toleran los delitos, y las pasiones bajas controlan la mente hasta que una corrupción general erradica los buenos principios e impulsos, y Dios es blasfemado. Todo esto es el resultado de comer y beber en exceso. Esta es precisamente la condición que él declara que existirá en su segunda venida.
¿Serán amonestados los hombres y las mujeres? ¿Estimarán la luz, o llegarán a ser esclavos del apetito y las bajas pasiones? Cristo nos presenta algo superior por lo cual trabajar, y no meramente por lo que comeremos y lo que beberemos, y con lo que nos vestiremos. Comer, beber y vestirse son llevados a tal exceso que se convierten en crímenes, y están entre los pecados señalados de los últimos días, y constituyen una señal de la pronta venida de Cristo... Es imposible presentar nuestros cuerpos a Dios en un sacrificio vivo cuando están llenos de corrupción y enfermedad por nuestra propia indulgencia pecaminosa (Testimonios para la iglesia, t. 3, p. 183).
¿Serán amonestados los hombres y las mujeres? ¿Estimarán la luz, o llegarán a ser esclavos del apetito y las bajas pasiones? Cristo nos presenta algo superior por lo cual trabajar, y no meramente por lo que comeremos y lo que beberemos, y con lo que nos vestiremos. Comer, beber y vestirse son llevados a tal exceso que se convierten en crímenes, y están entre los pecados señalados de los últimos días, y constituyen una señal de la pronta venida de Cristo. El tiempo, el dinero y las fuerzas, que son del Señor, pero que él nos los ha confiado, se malgastan en superfluidades de vestidos y lujos para satisfacer el apetito pervertido, que disminuyen la vitalidad y traen sufrimiento y decadencia. Es imposible presentar nuestros cuerpos a Dios en un sacrificio vivo cuando están llenos de corrupción y enfermedad por nuestra propia indulgencia pecaminosa (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 183).
Satanás emplea a hombres y mujeres como agentes para inducir al pecado y hacerlo atractivo. A estos agentes los educa fielmente para disfrazar el pecado a fin de poder destruir con más éxito a las almas y despojar a Cristo de su gloria. Satanás es el gran enemigo de Dios y del hombre. Se transforma por sus agentes en ángel de luz. En las Escrituras es llamado destructor, acusador de los hermanos, engañador, mentiroso, atormentador y homicida. Satanás tiene muchos servidores, pero tiene más éxito cuando puede emplear a los que profesan ser cristianos para realizar su obra satánica. Y cuanto mayor sea la influencia, más elevada la posición que ocupen, y mayor conocimiento profesen de Dios y de su servicio, tanto mayor será el éxito con que podrá emplearlos. Quienquiera que induzca a otro al pecado es su agente (Testimonios para la iglesia, t. 5, pp. 128, 129).
La fiesta de Belsasar.
Lee Daniel 5:1 al 4 junto con Daniel 1:1 y 2. ¿Qué tiene de malo lo que hace Belsasar? Esto que hace ¿cómo revela su verdadero carácter? Compara sus actos con Apocalipsis 17:4 al 6. ¿Qué paralelismos puedes encontrar?
El rey manda que los utensilios sagrados del Templo de Jerusalén se utilicen como recipientes para bebida. Nabucodonosor se apodera de los vasos del Templo de Jerusalén, pero los coloca en la casa de su dios, lo que demuestra que al menos respeta su estatus sagrado. No obstante, Belsasar convierte los vasos sagrados en utensilios para beber de la manera más profana.
Mientras bebían de los vasos sagrados, los dignatarios de Belsasar “alabaron a los dioses de oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra” (Dan. 5:4). Cabe señalar que se mencionan seis materiales. Los babilonios usaban el sistema sexagesimal (un sistema basado en el número sesenta), en contraste con el sistema decimal que utilizamos en la actualidad (basado en el número diez). Así, las seis categorías de dioses representan la totalidad de las deidades babilónicas y, por lo tanto, la plenitud del sistema religioso babilónico. Curiosamente, el orden de los materiales sigue el orden de los componentes de la estatua del sueño de Nabucodonosor, excepto que la madera reemplaza la arcilla. Como en el sueño, la piedra aparece en último lugar; aunque aquí indica la composición material de los ídolos, la piedra también nos recuerda el juicio de Dios sobre los imperios mundanos (ver Dan. 2:44, 45), simbolizados por Babilonia.
Esta fiesta ofrece una representación adecuada de la Babilonia del tiempo del fin, como aparece en el libro de Apocalipsis. Al igual que Belsasar, la mujer de la Babilonia del tiempo del fin sostiene una copa de oro y ofrece bebida contaminada a las naciones. En otras palabras, mediante falsas doctrinas y un sistema de adoración distorsionado, la Babilonia moderna seduce al mundo hacia el mal (Apoc. 17:4-6), ajena al juicio que pronto caerá sobre ella. Un día el juicio llegará.
¿Cuáles son las formas en que nuestra sociedad y nuestra cultura profanan la verdad de la Palabra de Dios? ¿Cómo podemos estar atentos para no formar parte de esa profanación, ni siquiera de manera sutil? Lleva tu respuesta a la clase el sábado.
miércoles, 29 de enero de 2020
Alzar los ojos al cielo
Durante siete años, Nabucodonosor fue el asombro de todos sus súbditos; durante siete años fue humillado delante de todo el mundo.
Al cabo de ese tiempo, la razón le fue devuelta, y mirando con humildad hacia el Dios del cielo, reconoció en su castigo la intervención de la mano divina. En una proclamación pública, confesó su culpa, y la gran misericordia de Dios al devolverle la razón. Dijo:
“Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi sentido me fue vuelto; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre; porque su señorío es sempiterno, y su reino por todas las edades. Y todos los moradores de la tierra por nada son contados: y en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, hace según su voluntad: ni hay quien estorbe su mano, y le diga: ¿Qué haces?
“En el mismo tiempo mi sentido me fue vuelto, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis grandes me buscaron; y fui restituido a mi reino, y mayor grandeza me fue añadida” (Profetas y reyes, p. 382).
Lucifer había pecado en el cielo en la luz de la gloria de Dios. A él como a ningún otro ser creado había sido dada una revelación del amor de Dios. Comprendiendo el carácter de Dios y conociendo su bondad, Satanás decidió seguir su propia voluntad egoísta e independiente. Su elección fue final. No había ya nada que Dios pudiese hacer para salvarle. Pero el hombre fue engañado; su mente fue entenebrecida por el sofisma de Satanás. No conocía la altura y la profundidad del amor de Dios. Para él había esperanza en el conocimiento del amor de Dios. Contemplando su carácter, podía ser atraído de vuelta a Dios.
Mediante Jesús, la misericordia de Dios fue manifestada a los hombres; pero la misericordia no pone a un lado la justicia. La ley revela los atributos del carácter de Dios, y no podía cambiarse una jota o una tilde de ella para ponerla al nivel del hombre en su condición caída. Dios no cambió su ley, pero se sacrificó, en Cristo, por la redención del hombre. “Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo a sí. 2 Corintios 5:19 (El Deseado de todas las gentes, p. 710).
Acerca de su pueblo, Dios dice: “Serán como piedras de una diadema, relumbrando sobre su tierra. ¡Porque cuán grande es su bondad! iy cuán grande es su hermosura!” La exaltación de los redimidos será un testimonio eterno de la misericordia de Dios...
Por medio de la obra redentora de Cristo, el gobierno de Dios queda justificado. El Omnipotente es dado a conocer como el Dios de amor. Las acusaciones de Satanás quedan refutadas y su carácter desenmascarado. La rebelión no podrá nunca volverse a levantar. El pecado no podrá nunca volver a entrar en el universo. A través de las edades eternas, todos estarán seguros contra la apostasía. Por el sacrificio abnegado del amor, los habitantes de la tierra y del cielo quedarán ligados a su Creador con vínculos de unión indisoluble
(El Deseado de todas las gentes, pp. 17, 18).
martes, 28 de enero de 2020
EL ALTÍSIMO GOBIERNA…
A pesar de que se le dijo que se arrepintiera y buscara el perdón de Dios, el implacable orgullo de Nabucodonosor hace que se ejecute el decreto celestial (Dan. 4:28–33 ( CB ) ). Mientras el rey se pasea por el palacio y se jacta de lo que ha logrado, sufre una condición mental que fuerza su expulsión del palacio real. Es posible que haya experimentado una patología llamada licantropía clínica, o zoantropía. Esa condición lleva al paciente a actuar como un animal. En los tiempos modernos, esta enfermedad se denomina “disforia de las especies”, la sensación de que el cuerpo de uno es de la especie equivocada y, por lo tanto, el deseo de ser un animal.
Lee 2 Reyes 20:2 al 5 ( CB ) ; Jonás 3:10 ( CB ) ; y Jeremías 18:7 y 8 ( CB ) . ¿Qué nos dicen estos versículos de la posibilidad que tuvo el rey de evitar el castigo?
Lamentablemente, Nabucodonosor tuvo que aprender por las malas.
Cuando estaba investido de poder real, Nabucodonosor no tuvo la capacidad de reflexionar sobre su relación con Dios. Por lo tanto, al privar al rey de la autoridad real y enviarlo a vivir con las bestias del campo, Dios le da la oportunidad de reconocer su total dependencia de él. De hecho, la última lección que Dios quiere enseñarle al rey arrogante es que “el cielo gobierna” (Dan. 4:26). Por cierto, el juicio sobre el rey tiene un propósito aún mayor en el plan de Dios, tal como se expresa claramente en el decreto de los seres celestiales: “Para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres” (Dan. 4:17).
En otras palabras, la disciplina aplicada a Nabucodonosor debería ser una lección para todos nosotros también. Debido a que pertenecemos al grupo de “los vivientes”, deberíamos prestar más atención a la lección principal que debemos aprender: que “el Altísimo gobierna el reino de los hombres”.
¿Por qué es vital aprender la importantísima lección de que el Altísimo gobierna? Este conocimiento, por ejemplo, ¿cómo debería impactar en nuestra forma de tratar a aquellos sobre quienes ejercemos poder?
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LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA
I TRIMESTRE DEL 2020
Narrado por: Daniel Herrera
Desde: Colombialunes, 27 de enero de 2020
LA ADVERTENCIA DEL PROFETA
LA ADVERTENCIA DEL PROFETA Lee Daniel 4:27 ( CB ) . Además de advertirle sobre lo que sucederá, ¿qué le dice Daniel al rey que haga y por qué? (Ver además Prov. 14:31 ( CB ) .) .
Daniel no solo interpreta el sueño, sino además le indica a Nabucodonosor una manera de salir de su situación: “Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: tus pecados redime con justicia, y tus iniquidades haciendo misericordias para con los oprimidos, pues tal vez será eso una prolongación de tu tranquilidad” (Dan. 4:27).
Nabucodonosor realiza una obra descomunal de edificación en Babilonia. Los jardines, un sistema de canales y cientos de templos y otros proyectos de construcción convierten a la ciudad en una de las maravillas del mundo antiguo. Pero ese esplendor y belleza, al menos en parte, se logra mediante la explotación de la mano de obra esclava y la desatención de los pobres.
Además, la riqueza del imperio se utiliza para gratificar los placeres del rey y su entorno. Por lo tanto, el orgullo de Nabucodonosor no solo le impide reconocer a Dios, sino además, como consecuencia, lo hace ajeno a las dificultades de los necesitados. Dado el cuidado especial que Dios muestra por los pobres, no es de extrañar que, de los otros posibles pecados que Daniel podría haber resaltado ante el rey, señale el pecado de descuidar a los pobres.
El mensaje para Nabucodonosor no es nuevo en absoluto. Los profetas del Antiguo Testamento a menudo advierten al pueblo de Dios contra la opresión de los pobres. De hecho, entre los pecados que provocan el exilio del rey, se destaca el abandono de los necesitados. Después de todo, la compasión por los pobres es la máxima expresión de la caridad cristiana; a la inversa, la explotación y el abandono de los pobres constituye un ataque a Dios mismo. Al cuidar de los necesitados, reconocemos que Dios es dueño de todo; lo que significa que no somos dueños, sino simplemente administradores de los bienes de Dios. Al servir a otros con nuestras posesiones, honramos a Dios y reconocemos su señorío. Es la pertenencia de Dios la que en última instancia debe determinar el valor y la función de las posesiones materiales. Aquí es donde falla Nabucodonosor, y nosotros también nos arriesgamos a fallar, a menos que reconozcamos la soberanía de Dios sobre nuestros logros y manifestemos nuestro reconocimiento de esta realidad ayudando a los necesitados.
domingo, 26 de enero de 2020
viernes, 24 de enero de 2020
martes, 21 de enero de 2020
sábado, 18 de enero de 2020
DEL HORNO AL PALACIO
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Daniel 3; Apocalipsis 13:11–18; Éxodo 20:3–6; Deuteronomio 6:4; 1 Corintios 15:12–26; Hebreos 11. PARA MEMORIZAR:
“He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado” (Dan. 3:17, 18).
“Así estos jóvenes, imbuidos del Espíritu Santo, declararon a toda la nación su fe de que el que ellos adoraban era el único Dios verdadero y viviente [...]. Para impresionar a los idólatras con el poder y la grandeza del Dios viviente, sus siervos deben mostrar su reverencia hacia Dios. Deben manifestar que él es el único objeto de su honra y adoración y que [...] ni aun la preservación de su vida misma podrá inducirlos a hacer la menor concesión a la idolatría” (ELC 151). Aunque afrontar la amenaza de muerte debido a la cuestión de la adoración puede parecer algo de una época precientífica y supersticiosa, las Escrituras revelan que en el tiempo del fin, cuando el mundo haya progresado mucho, ocurrirá algo similar, pero a escala mundial. Por lo tanto, al estudiar esta historia, tenemos una vislumbre de las cuestiones que, según las Escrituras, enfrentarán los fieles de Dios.
LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA Lectura del Folleto de Adultos Lección 4: Para el 25 de enero del 2020 DEL HORNO ARDIENTE AL PALACIO 1er. Trimestre 2020 DANIEL – El libro de Daniel
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