Lee Lucas 24:25 al 27; Juan 5:39; y 2 Corintios 1:19 y 20. ¿De qué manera Cristo es el centro de las Escrituras?
Indudablemente, Jesús es fundamental para las Escrituras, y esto incluye a Daniel también. Por ejemplo: el capítulo 1 muestra, aunque de manera limitada e imperfecta, que la experiencia de Daniel es análoga a la de Cristo, quien dejó el cielo para vivir en este mundo pecaminoso y hacer frente a los poderes de la oscuridad. Además, a Daniel y a sus compañeros se les concede de lo Alto una sabiduría similar a la de Cristo para enfrentar los desafíos de la cultura babilónica. El capítulo 2 describe la figura de la piedra del tiempo del fin (escatológica) para indicar que el Reino de Cristo finalmente reemplazará a todos los reinos del mundo. El capítulo 3 revela a Cristo caminando con sus fieles siervos dentro de un horno de fuego. El capítulo 4 muestra a Dios retirando a Nabucodonosor de su reino por un período, para que el rey pueda entender que “el cielo gobierna” (Dan. 4:26). La expresión “el cielo gobierna” nos recuerda que Cristo, como “hijo de hombre” (Dan. 7:13), recibe el dominio y el Reino, como se muestra en Daniel 7. El capítulo 5 muestra el derrocamiento del rey Belsasar y la caída de Babilonia a manos de los persas durante una noche de juerga y libertinaje. Esto prefigura la derrota de Satanás y la aniquilación de la Babilonia del tiempo del fin por parte de Cristo y sus ángeles. El capítulo 6 muestra que el complot contra Daniel se asemeja a las falsas acusaciones de los principales sacerdotes expresadas contra Jesús. Además, así como el rey Darío intenta sin éxito salvar a Daniel, Pilato trata sin éxito de salvar a Jesús (Mat. 27:17–24). El capítulo 7 retrata a Cristo como el Hijo del hombre que recibe el Reino y reina sobre su pueblo. El capítulo 8 muestra a Cristo como sacerdote del Santuario celestial. El capítulo 9 presenta a Cristo como la víctima sacrificial cuya muerte reafirma el pacto entre Dios y su pueblo. Y los capítulos 10 al 12 presentan a Cristo como Miguel, el Comandante en jefe, que lucha contra las fuerzas del mal y rescata victoriosamente al pueblo de Dios, incluso del poder de la muerte. Por lo tanto, tengamos presente que Cristo es fundamental para Daniel. En cada capítulo del libro hay alguna experiencia o idea que señala a Cristo.
En medio de las luchas, las pruebas, o incluso en tiempos de gran felicidad y prosperidad, ¿cómo podemos aprender a tener a Cristo en el centro de nuestra vida? ¿Por qué es tan importante que lo hagamos?