jueves, 15 de noviembre de 2018

Una solución difícil



El orden mantenido en la primitiva iglesia cristiana, la habilitó para seguir firmemente adelante como disciplinado ejército revestido de la armadura de Dios. Aunque las compañías o grupos de fieles estaban esparcidos en un dilatado territorio, eran todos miembros de un solo cuerpo y actuaban de concierto y en mutua armonía. Cuando se suscitaban disensiones en alguna iglesia local, como ocurrió después en Antioquía y otras partes, y los fieles no lograban avenirse, no se consentía en que la cuestión dividiese a la iglesia, sino que se la sometía a un concilio general de todos los fieles, constituido por delegados de las diversas iglesias locales con los apóstoles y ancianos en funciones de gran responsabilidad. Así por la concertada acción de todos se desbarataban los esfuerzos que Satanás hacía para atacar a las iglesias aisladas, y quedaban deshechos los planes de quebranto y destrucción que forjaba el enemigo. "Dios no es Dios de disensión, sino de paz; como en todas las iglesias de los santos" (1 Corintios 14:33), y quiere que hoy día se observe orden y sistema en la conducta de la iglesia, lo mismo que en tiempos antiguos. Desea que su obra se lleve adelante con perfección y exactitud, a fin de sellarla con su aprobación. Los cristianos han de estar unidos con los cristianos y las iglesias con las iglesias, de suerte que los instrumentos humanos cooperen con los divinos, subordinándose todo agente al Espíritu Santo y combinándose todos en dar al mundo las buenas nuevas de la gracia de Dios (Los hechos de los apóstoles, pp. 78, 78).

Santiago trató de grabar en la mente de sus hermanos el hecho de que, al convertirse a Dios, los gentiles habían hecho un gran cambio en sus vidas, y que debía ejercerse mucha prudencia para no molestarlos con dudosas y confusas cuestiones de menor importancia, no fuera que se desanimaran en seguir a Cristo.

Los conversos gentiles, sin embargo, debían abandonar las costumbres inconsecuentes con los principios del cristianismo. Los apóstoles y ancianos convinieron por lo tanto en pedir a los gentiles por carta que se abstuvieran de los alimentos ofrecidos a los ídolos, de fornicación, de lo estrangulado, y de sangre. Debía instárselos a guardar los mandamientos, y a vivir una vida santa. Debía asegurárseles también que los que habían declarado obligatoria la circuncisión no estaban autorizados por los apóstoles para hacerlo ...

Las decisiones amplias y de largo alcance del concilio general produjeron confianza en las filas de los creyentes gentiles, y la causa de Dios prosperó (Los hechos de los apóstoles, pp. 158, 160). 

================== NOTAS DE ELENA LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA IV TRIMESTRE DEL 2018 Narrado por: Patty Cuyan Desde: California, USA

Escuela Sabática.

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martes, 6 de noviembre de 2018

Notas de Elena El templo del Espíritu Santo


Desde las edades eternas había sido el propósito de Dios que todo ser creado, desde el resplandeciente y santo serafín hasta el hombre, fuese un templo para que en él habitase el Creador. A causa del pecado, la humanidad había dejado de ser templo de Dios. Ensombrecido y contaminado con el pecado, el corazón del hombre no revelaba la gloria del Ser divino. Pero por la encarnación del Hijo de Dios, se cumple el propósito del Cielo. Dios mora en la humanidad, y mediante la gracia salvadora, el corazón del hombre vuelve a ser su templo... Los atrios del templo de Jerusalén, llenos del tumulto de un tráfico profano, representaban con demasiada exactitud el templo del corazón, contaminado por la presencia de las pasiones sensuales y de los pensamientos profanos.

Al limpiar el templo de los compradores y vendedores mundanales, Jesús anunció su misión de limpiar el corazón de la contaminación del pecado -de los deseos terrenales, de las concupiscencias egoístas, de los malos hábitos, que corrompen el alma (La fe por la cual vivo, p. 193).

El Señor dio a su Hijo unigénito para rescatarnos del pecado. Nosotros somos hechura suya, somos sus representantes en el mundo, y él espera que revelemos el verdadero valor del hombre mediante la pureza de nuestra vida, y los esfuerzos fervientes que realicemos para recuperar la perla de gran precio. Nuestro carácter debe ser modelado de acuerdo con la similitud divina, y se debe reformar mediante la fe que obra por el amor y purifica el alma. La gracia de Dios embellecerá, ennoblecerá y santificará el carácter. El siervo del Señor que trabaje con inteligencia tendrá éxito. Nuestro Salvador dijo: "Las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre". Juan 14:12 (Exaltad a Jesús, p. 42).

La fortaleza del pueblo de Dios radica en su unión con él mediante su Hijo unigénito, y su unión del uno con el otro. No hay dos hojas de un árbol que sean exactamente iguales; tampoco concuerdan todas las mentalidades; pero aunque es así, puede haber unidad en la diversidad. Cristo es nuestra raíz, y todos los que están injertados en esta raíz darán el fruto que Cristo dio. Revelarán la fragancia del carácter de él en el talento del habla, en el cultivo de la hospitalidad, de la bondad, de la cortesía cristiana y de la consideración celestial.

Mirad las flores en un tejido y notad las hebras de diversos colores. No todas son rosadas, no todas son verdes, no todas son azules. Se entreteje una diversidad de colores para perfeccionar el modelo. Así es en el plan de Dios. Él tiene un propósito al colocarnos donde debemos aprender a vivir como individuos. Todos no somos idóneos para hacer la misma clase de obra, sino que la obra de cada hombre ha sido dispuesta por Dios para ayudar a construir su plan (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 6, p. 1083). ================== NOTAS DE ELENA LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA IV TRIMESTRE DEL 2018 Narrado por: Patty Cuyan Desde: California, USA


Diálogo Bíblico | Martes 6 de noviembre 2018 | El templo del Espíritu Sa...

TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO


Otra imagen del edificio que Pablo usa es la del templo de Dios, o del Espíritu Santo. Es la imagen de un edificio costoso y valioso. Junto con 1 Corintios 6:19, donde la imagen se refiere a nuestro cuerpo personal como templo del Espíritu Santo, en 1 Corintios 3:16 y 17 Pablo utiliza la imagen para referirse al edificio más santo y precioso del antiguo Cercano Oriente: el templo de Dios.

Lee 1 Corintios 3:16 y 17 ( CB ) . ¿Qué significa que la iglesia sea el templo del Espíritu Santo? ¿De qué advierte en el versículo 17?

Obviamente Pablo, al referirse a la iglesia, no tiene en mente un templo o un lugar físico de residencia para Dios. Esta metáfora se refiere a una entidad corporativa: juntos, los cristianos de Corinto forman el templo del Espíritu Santo y, en un sentido espiritual, Dios reside entre ellos.

Para Pablo, Dios reside dentro de la comunidad cristiana; de allí su advertencia de que cualquiera que intente destruir esta confraternidad sufrirá las consecuencias del Juicio. La unidad de los creyentes está en el centro de esta comunión y de la presencia de Dios en este templo. Aunque este pasaje a menudo se usa en el sentido de cuidar de nuestro cuerpo físico (que, por supuesto, es lo que se supone que los cristianos deben hacer de todos modos), esa no es la cuestión específica que plantea Pablo aquí. Su mensaje era una advertencia para quienes destruyan la unidad de la iglesia.

Previamente en este capítulo, Pablo se refirió a lo que considera que son desafíos para la unidad: “pues ha[y] entre vosotros celos, contiendas y disensiones” (1 Cor. 3:3). Estas actitudes y comportamientos son amenazas reales para la unidad de los cristianos y provocan la retirada de la presencia de Dios de su templo. En otras palabras, los conflictos en la iglesia pueden destruir el templo de Dios. Por lo tanto, él quiere que los miembros dejen de lado las actitudes y las conductas que amenazan su unidad. Cuando estallan los conflictos en la iglesia actual, el consejo de Pablo a los corintios sigue siendo válido: “Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer” (1 Cor. 1:10).

Celos, contiendas y disensiones: estos no son solo problemas que la iglesia enfrentaba en los días de Pablo. Los tenemos hoy también. ¿Qué papel tiene cada uno de nosotros para tratar de resolver estos problemas de una manera que no ponga en riesgo nuestra unidad?

lunes, 5 de noviembre de 2018

Notas de Elena,, LA CASA DE DI...

2 DIALOGO BIBLICO, Lección 6, Lunes 5 de Noviembre de 2018, LA CASA DE D...

LA CASA DE DIOS, ESCUELA SABA...


Otra imagen del pueblo de Dios en el Nuevo Testamento es la casa de Dios. Es una metáfora de piedras y edificios que resalta la naturaleza intrincada e interdependiente de las relaciones humanas en la iglesia. Pedro se refiere a los cristianos como “piedras vivas” (1 Ped. 2:5). Esta metáfora también contiene una cualidad de permanencia y solidez.

Lee Efesios 2:19 al 22 ( CB ) . ¿Qué ideas clave enfatiza Pablo en este pasaje? ¿Qué nos dice esta imagen sobre la unidad de la iglesia?

En este pasaje, Pablo combina dos imágenes de la iglesia: una inerte, una casa o edificio; la otra viva, un hogar de personas.
Una piedra no es muy valiosa por sí misma, pero cuando está unida con otras piedras se convierte en una estructura que puede resistir las tormentas de la vida. Ningún cristiano puede ser una piedra solitaria: debe relacionarse con otros en la comunión de la familia de Dios. Para que un edificio sea sólido, debe descansar sobre una base sólida. Jesucristo es este fundamento y la “piedra angular” de la casa de Dios (ver además 1 Cor. 3:11).

La iglesia también dejaría de existir si no hiciera de Cristo la piedra angular de sus actividades, pues ella gira en torno a Jesucristo: su vida, muerte, resurrección y regreso. La iglesia forma una comunidad de creyentes unida para compartir con el mundo las buenas nuevas de Jesús. La agenda de la iglesia es Jesús: quién es él, lo que hizo por nosotros, lo que hace en nosotros y lo que le ofrece a todo el que lo acepte como Señor y Salvador. La imagen de una casa también es muy significativa. Esta se basa en las relaciones que las personas tienen entre sí. Es una imagen familiar: el padre y la madre, los hermanos y las hermanas. Los lazos entre los miembros de la familia pueden ser fuertes, y las lealtades consiguientes a menudo trascienden todos los demás vínculos externos. La lealtad es una gran parte de la unidad, porque ¿cómo podría haber algún tipo de unidad sin lealtad? ¿Qué relación tiene esta imagen con la iglesia? Los miembros de la iglesia también son parte de una gran familia. Estamos vinculados, no solo porque pertenecemos a la familia humana a través de nuestro ancestro común, Adán, sino también porque estamos relacionados con Jesús, el Segundo Adán, a través de nuestra experiencia del “nuevo nacimiento”. Por lo tanto, nos unen las verdades doctrinales que tenemos en común y también la experiencia de ser almas convertidas que tienen una nueva vida en Jesús.

Lamentablemente, no todos han tenido una buena experiencia con su familia. Por lo tanto, esa imagen quizá no signifique nada para ellos. Sin embargo, como iglesia, ¿cómo podemos llegar a ser la familia que estas personas nunca tuvieron?

sábado, 3 de noviembre de 2018

IMÁGENES DE LA UNIDAD


Lee Para el Estudio de esta Semana: 1 Pedro 2:9; Éxodo 19:5, 6; Efesios 2:19-22; 1 Corintios 3:16, 17; 1 Corintios 12:12-26; Juan 10:1-11; Salmo 23.

Para Memorizar: “Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo” (1 Cor. 12:12).


Cualquiera que haya estudiado la Biblia sabe que está llena de imágenes y símbolos que apuntan a realidades mayores que esas imágenes y símbolos en sí. Por ejemplo, la esencia de todo el sistema sacrificial bíblico es, en cierto sentido, un símbolo de una realidad mucho mayor: Jesús y todo el plan de salvación.

En la Biblia se usan muchos otros tipos de imágenes y, a veces, también los elementos más básicos, como el agua, el fuego o el viento. Según el contexto, estas son imágenes de verdades espirituales y teológicas. Por ejemplo, cuando Jesús dijo: “El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu” (Juan 3:8), usó el viento como símbolo del Espíritu Santo.

La Biblia utiliza una cantidad de imágenes para describir la clase de unidad que encontramos en la iglesia, la unidad que Dios llama a manifestar ante el mundo. Cada imagen individual no está completa en sí misma; en su conjunto, estas imágenes revelan muchas cosas sobre la unidad de la iglesia, como la relación de la iglesia con Dios, las relaciones de los miembros entre sí y la relación de la iglesia con la comunidad en general.

La lección de esta semana analizará algunas de las imágenes y lo que nos dan a conocer sobre la unidad en Cristo.