Inicia un año más, y la mayoría de las personas nos preguntamos qué va a pasar en él. No pinta nada bien, en nuestro país y en muchos otros hay mucho desempleo, inseguridad, pobreza, impuestos altos, leyes injustas que oprimen al pueblo, y en contraste, gobernantes que cada día son inmensamente acaudalados, déspotas y sin amor ni compasión. En la naturaleza, hay cada vez más terremotos, incendios, inundaciones, deslaves y erupciones de volcanes. Hay paises en guerra, terrorismo, gobiernos sangrientos y tensiones en las relaciones políticas entre las naciones.
A pesar de todo esto, los que esperamos el inminente regreso de Jesucristo no debemos estar tristes ni temerosos, pues son señales del próximo retorno de Jesucristo. Debemos aferrarnos a sus promesas por estos tiempos difíciles que cada día se pondrán peor, y el cumplirá su promesa, un día, común y corriente ÉL llegará, nos llevará consigo por mil años, y luego establecerá su reino eterno de amor.